¡Hola Gamer! Hoy vamos a hablar de una herramienta, o más bien un recurso , que te ayudará drásticamente a la hora de jugar con tu ordenador si cuentas con el sistema operativo Windows 10. Este truco que te enseñaremos funciona para resolver y mejorar muchos de los detalles que afectan tu jugabilidad. Hoy aprenderemos cómo optimizar Windows para juegos.
Te ayudaremos a resolver el problema más fatal que afecta el juego de cualquier gamer ¡Tener lag! Si tu sistema operativo Windows 10 no está optimizado probablemente estés sufriendo de interrupciones en tus partidas. No es un secreto que el lag siempre llega en los momentos más precisos para hacerte sufrir.
Si sientes que mejorar el rendimiento de tu computadora es cada vez más difícil y más caro has llegado al lugar adecuado. Con el precio del RAM por las nubes y las tarjetas gráficas cada vez más caras debes asegurarte de exprimir al máximo todos los recursos que el sistema Windows 10 puede ofrecerte.
La buena noticia es que hay mucho que hacer para mejorar el rendimiento gaming de tu PC, siempre que te encuentres utilizando el sistema operativo Windows 10. En esta guía arrancaremos desde los conceptos más básicos y te contaremos todo lo que puedes hacer sin pagar para mejorar el rendimiento de tu ordenador. Antes de leer este artículo asegúrate de que la versión que tengas de Windows 10 sea la más actualizada.
Te presentamos la guía rápida para optimizar tu PC con Windows y poder jugar mejor sin tener que gastar un solo dolar:
Cómo optimizar Windows 10 para jugar
Lo primero que debes hacer si quieres ser un buen gamer es activar el Game Mode de Windows 10. Esto te ayudará mucho sobre todo en la parte gráfica. Si estás teniendo problemas de variaciones o saltos en la cantidad de cuadros cuando intentas jugar es porque no está encendida la configuración.
Con esto no estamos diciendo que la solución mágica para correr cualquier juego es el Game Mode de Windows 10, pero sí que te ayudará mucho activarlo sobre todo cuando vas a tener una sesión de juegos muy intensa.
Algunos juegos activan esta configuración por defecto, sin embargo no siempre está encendida, por ello te explicaremos cómo hacerlo de forma manual.
Cómo activar el Game Mode en Windows 10
Para utilizar el Game Mode en Windows 10 has clic derecho sobre el botón de Windows en tu escritorio y accede a las configuraciones.
Una vez dentro del menú de configuraciones tienes que buscar la pestaña que dice “gaming”. Haz clic en dicha pestaña y a la derecha aparecerá una lista con todas las opciones del Game Mode. Lo único que debes hacer en este punto es dar clic para activarlo y asegurar que se quede encendido.
Cómo Actualizar los drivers de tu tarjeta gráfica
Como ya deberías saber tu tarjeta gráfica juega un papel determinante en qué tan bien se desempeña el ordenador que tienes durante tus partidas. Las prestaciones de este tipo de componente empiezan a verse más comprometidas con juegos de alta exigencia gráfica.
Al actualizar tu tarjeta gráfica estarás también haciendo un update de tu capacidad de juego, podrás mejorar la jugabilidad general en todos los títulos que utilices.
Tomaremos el ejemplo con una de las tarjetas gráficas más comunes dentro de los sistemas operativos PC Windows 10: Tarjetas gráficas Nvidia.
Para actualizar tu tarjeta gráfica Nvida, al igual que con cualquier otra, sólo debes entrar a la página web oficial. En este caso la página web oficial es la de GeForce, entra en ella y si eres un usuario puedes encontrar drivers para descargar.
Una manera alternativa de buscar actualizaciones para tus tarjetas de video es revisar en el Windows update. Para acceder a él debes hacer clic en configuraciones de sistema, actualizaciones y seguridad, finalmente buscar la pestaña de Windows update.
Dentro de ella puedes chequear las últimas actualizaciones disponibles por descargar de tus drivers gráficos.
Cómo mejorar mi conexión en Windows 10 para jugar juegos
Hasta ahora hemos manejado mejoras para tu juego off y on line. Pero no podemos dejar de tomar en cuenta el factor más importante cuando intentas tener una experiencia social mientras juegas: La conectividad.
Si el lag está afectando tu racha de victorias lo primero que necesitas considerar mejorar es tu conexión a internet. Por suerte hay ciertas cosas que podemos aplicar para volverla más estable.
Lo primero que necesitas hacer es asegurarte que la señal llega con suficiente potencia al punto desde el cual éstas usando el equipo.
Las señales tienen latencia, por ende, si tienes una baja conectividad en el punto en el que está empiece a fluctuar pasarás por un proceso de conectividad casi nula. Quizá el problema no es la velocidad de conexión de tu internet sino la señal de tu punto de acceso.
Si tienes problemas de conectividad relacionados con la señal puedes resolverlo fácilmente con repetidores comerciales de wi-fi. Hay muchos modelos, sin embargo te recomendamos los que se conectan directamente a la pared y generan una conexión nueva.
Si tienes buena señal y buena velocidad pero tu equipo sigue presentando lag en los momentos más cruciales, quizá el problema sea la latencia de tu proveedor de internet.
Puedes correr cualquier prueba de latencia disponible online para averiguar si tu problema de lag es una falla de origen de tu proveedor.
Como reducir los efectos visuales en Windows 10 para jugar juegos
A diferencia del resto de los sistemas operativos modernos, con Windows 10 puedes encontrar fácilmente los ajustes del performance de los efectos visuales.
Esta característica de Windows es una ventaja fundamental que puedes utilizar a tu favor a la hora de mejorar el desempeño de tus sesiones.
Será realmente útil para ti si algunos juegos son demasiado exigentes para las características de tu equipo. Lo que haremos es configurar el sistema operativo para que priorice el performance sobre la apariencia. Esto hará que tus juegos se vean con un poco menos de calidad, pero evitará que sufras por el molesto lag.
Reducir la calidad visual en Windows 10 es realmente muy sencillo de aplicar:
Para empezar busca dentro de la ventana de Windows el menú de configuraciones del sistema.
Una vez dentro del menú de las configuraciones tipea en su buscador la siguiente frase ” Adjust the appearence and performance of Windows”. Esto debería arrojarte la opción de abrir la ventana “Performance Options”.
Una vez estés dentro de la ventana selecciona la opción de la primera lista que dice: ” Adjust for best performance”. Esto priorizará la jugabilidad por sobre las gráficas.
Luego haz clic en configuraciones avanzadas dentro de la misma ventana. En la primera lista verás dos opciones: La primera es la de mejorar el performance para programas, la segunda mejorará el performance para procesos.
Nos interesa, a la hora de jugar, que Windows utilice todos los recursos posibles para correr programas, si no está marcada hazle clic para que quede de la siguiente manera:
Cómo activar el ” high performance mode” en Windows 10
El último truco que podemos darte para configurar toda tu PC en función a los juegos es activar el modo de alto desempeño.
Por lo general las computadoras están programadas para rendir a un consumo de electricidad moderado. Especialmente las laptops son configuradas para extender la vida útil de su batería lo más que se pueda.
por defecto Windows 10 está configurando su modo de performance como “balanceado”, pero a la hora del gaming lo que necesitamos es la mayor cantidad de recursos.
Para activar el modo de performance alto ve de nuevo a ajustes de sistema, busca la opción que dice ” Power & Sleep” y dentro de ella busca las configuraciones adicionales ” Additional Power Settings.
Una vez estés en la ventana de opciones de poder haz clic en la opción que dice “high performance”. La nueva configuración de tu equipo empezará a funcionar de inmediato. Consumirás más recursos y la batería de tu laptop se agotará velozmente, pero estarás un paso más cerca de la PC gaming ideal.
¡Listo! Con estos 4 trucos debería bastarte para mejorar considerablemente el desempeño de tu ordenador y evitar el lag. Si quieres más trucos sobre cómo optimizar Windows 10 para juegos déjanos un comentario.