La webcam es un dispositivo digital que ha ganado una alta importancia en los últimos años debido al fomento de las videollamadas, las retransmisiones en streaming y la popularidad que han alcanzado redes sociales y plataformas como YouTube, Twitch, TikTok o Instagram, entre otras.
Una webcam es, por tanto, un dispositivo que se conecta a las computadoras mediante un cable USB, otros dispositivos de conexión o bien que directamente está integrada en el equipo informático. No obstante, este último caso no suele ser el más productivo, pues las cámaras que incorporan PC, laptops o los All in One no son las más potentes, de ahí que mucha gente opte por adquirir una externa.
De este modo, las cámaras web no solo sirven para videollamadas, sino que permiten otros muchos usos, como por ejemplo tomar imágenes estáticas a modo de fotografías, y lo más importante, capturar pantallas, servir como dispositivo de vigilancia, ser útiles para el reconocimiento facial o como lectores de códigos QR que dan acceso a documentos de tipo variado.
El uso de las cámaras web va ligado al de programas o software que permitan sacar el máximo rendimiento a este dispositivo. Podemos acceder a muchos de esos programas webcams en Milprogramas.net.
¿Cómo escoger webcam? Para trabajar o para hacer streamings
Más allá de los software específicos para webcams, que los trataremos más adelante, un apunte importante es saber para qué se va a usar la cámara. En el mercado se suele hacer distinción entre dispositivos para trabajar y los que se utilizan para hacer streamings en vivo.
En realidad es una división un tanto irreal, pues muchas personas que haces streamings en vivo en realidad están trabajando durante ese tiempo. En cualquier caso, las de streaming requieren una mayor resolución, que sea muy potente, micrófonos profesionales y ángulos amplios de visión, además de un buen set de rodaje con una iluminación muy trabajada.
Si el uso es más sencillo, para hacer videollamadas o para el uso escolar, profesores que graban clases en vídeo para subirlas a aulas virtuales, por ejemplo, no será tan necesaria una cámara tan potente.
¿Qué parámetros hay que considerar para adquirir una buena webcam?
Sea como fuere, si hablamos de resolución, la cifra mínima son los 1080p para tener una webcam decente. A su vez, entran en juego factores como el ancho de banda, la compresión de algunos servicios de videoconferencias, los fotogramas por segundo y la calidad de la conexión a internet.
A esto se suman los aspectos relacionados como las lentes y la exposición, o lo que es lo mismo, cuánta luz alcanza al sensor de la cámara y el campo de visión. Estos parámetros hay que valorarlos en función del uso que se le va a dar a la webcam.
En realidad, la cámara lo único que hace es grabar las imágenes, ya sea capturar imágenes fijas o bien en formato vídeo, pero es relevante que sea de la mayor calidad posible, o al menos, que se ajuste al uso que se le quiere dar.
Junto a estos aspectos se valoran otros como la capacidad de moverse para adaptarse a la escena que está grabando, o lo que es lo mismo, el autofocus, si cuenta con iluminanción integrada o el propio software, aspecto al que dedicamos un apartado individual.
Los programas de software para sacar el máximo rendimiento a la webcam
La webcam ha pasado a ser ese pequeño foco que muchos usuarios tapaban con una cinta adhesiva por miedo a ser vigilados por alguien a un elemento imprescindible en el uso de nuestro tiempo digital.
Pero más allá de adquirir una buena cámara web es importante echar mano de software específico. Algunos programas como OBS permiten grabar y trabajar de manera simultánea. Es posible grabar una videoconferencia o una clase online y dejarla almacenada en el ordenador evitando que se cuelen sonidos externos.
Asimismo, otras opciones permiten controlar parámetros como el brillo, el contraste, la exposición y la saturación. Los programas de este tipo, y en el mercado encontramos muchas alternativas, suelen ser compatibles con los principales servicios de videollamada y permiten utilidades de todo tipo, desde enviar solo la parte deseada del vídeo, acercar y alejar el vídeo con el teclado y el ratón, etc.
Hoy en día cualquier persona, con un poco de interés y gusto por la tecnología, puede montar en su vivienda un equipo de grabación muy profesional. Basta ver el éxito que han alcanzado plataformas como Twitch, e incluso YouTube.
El actual es un escenario donde todo el mundo está abierto a expresar sus opiniones, sus conocimientos o sus inquietudes a través de la cámara y compartirlo a través de internet. La informática y la tecnología, con el desarrollo de cámaras más potentes y programas actualizados y fáciles de utilizar, están promoviendo toda esta nueva cultura de la comunicación.