La pregunta más difícil de responder que nos hacemos al crecer, sin lugar a dudas, es aquella en la que empezamos a dibujar un destino, una meta o un plan para nuestras vidas. ¿A que me voy a dedicar cuando sea grande? Aunque la respuesta parezca lógica, no lo es a simple vista.
Es por ella que nos mantenemos en búsqueda de una profesión, un oficio o algo que nos satisfaga para el día a día, por el resto de nuestras vidas o solo por un breve lapso de ella. Las opciones no son pocas, de hecho, crecen día a día. En este punto la podemos llamar como un fenómeno social o simple y sencillamente como selección personal.
Sin importar la elección, correcta o no, que hagamos en su momento. Lo que es un hecho es que siempre buscaremos, o al menos así debería de serlo, aquella que nos brinde el equilibrio entre aquello que nos motiva día a día con lo que nos haga sentir capaces de mejorar continuamente. En este sentido, se puede decir que nuestra vocación es aquella donde nuestras habilidades, gustos y pasión conviven en perfecta armonía.
El cambio generacional
Antes de llegar a considerar el momento de tomar esa decisión. Lo más importante que debería de estar en nuestras mentes, durante la niñez, es justamente disfrutar cada día de aquellos años que, tristemente, no volverán. Lo único que debe de preocuparle a un niño es que increíble aventura imaginar hoy, mañana y siempre. Y es en ese verbo, imaginar, que nace la motivación a todo lo demás.
Los muñecos, legos, autos a escala, figuras de acción, trompos y juegos de mesa son solo algunos de las recreaciones en nuestros primeros años. No obstante, la vida de muchos niños cambia al momento de encontrarse con el primer videojuego que los atrapa. Un momento donde la imaginación emigra a un lugar donde puede sentirse más tangible que con los medios mencionados previamente.
No debemos olvidar que el origen de los videojuegos radica en la imaginación para crear y narrar una historia. Entonces, tal como es un fenómeno que todos vivimos día a día, la migración al mundo digital se ha convertido más en una necesidad que una simple oportunidad. Después de todo, hay que rentar el dicho “si no estás en la red, no existes”.
Incluso en el mundo de los videojuegos, lo tangible o físico está en peligro de extinción. Solo basta con ver los avances en el Xbox One y el Xbox Pass; así como plataformas como Steam, Gameforce o Arc que les brindan la oportunidad a sus usuarios de adquirir sus juegos online y en formato digital. Lo que me recuerda que debo encontrarle uso a tres cajas de CD´s del PS1 y creo que no soy el único en esa situación.
En este orden de ideas, solo podemos llegar a dos conclusiones. La primera es que los videojuegos en físico están viviendo sus últimos meses en el mercado. La segunda, y por ahora la más importante, de que estamos viviendo en un cambio generacional en un contexto que modificará por completo el mundo tal como lo conocemos. Es por ello que debemos prestarle atención no solo a las historias que los niños recrean, sino a las que ellos mismos viven puesto que son los primeros en adentrarse a la siguiente frontera, el mundo virtual.
Lo realmente inmaterial de los videojuegos
El día del niño representa para muchos pequeños, una especie de segundo cumpleaños o una segunda navidad. Los juguetes y regalos son el deseo durante todos los meses previos a cada uno de esos eventos. Sin embargo, tal como veníamos comentando; ya hoy en día no se fanatizan por una figura de acción de The Avengers: Endgame por ejemplo.
Las opciones más buscadas para celebrar a los pequeños de la casa en su día, en los últimos años, está vinculada con algún videojuego. Roblox es uno de los más requeridos. Desde figuras de Fortnite hasta una adaptación de Monópoly de Mario Kart. Sin olvidar las consolas como la PS4, Xbox One o una suscripción para descargar algún videojuego del agrado de los niños. Son solo una mirada que nos obliga a pensar en que los videojuegos están tornándose en un medio de suma relevancia para la generación que nos relevará.
Para empezar con esta idea, basta con considerar que, en la actualidad, la conexión a internet es una necesidad más que obligatoria para los gamers. Es así como la interacción con otros usuarios y, por ende, con el resto del mundo virtual es un hecho que conlleva diferentes circunstancias. Por ejemplo, el cambio de ciertas palabras, frases o expresiones que los niños aprenderán en los videojuegos. A todas estas, solo vean la forma en la que celebran los niños que juegan Fortnite y me entenderán.
A pesar de ello, no podemos satanizar a una de las plataformas más poderosas con las que cuenta hoy en día el mundo. Y si, son los videojuegos debido a que, tal como lo comentó el técnico en videojuegos Gonzalo Frasca, “Los niños aprenden las cosas más difíciles y más importantes a través del juego”. Entonces, los videojuegos ya no son una herramienta de entretenimiento, son una plataforma para la enseñanza de una generación de relevo cada día más hambrienta de conocimiento y retos.
Que mejor aliado para preparar a una generación que un videojuego que día a día presenta un reto diferente. Es por ello que como una manifestación de la tecnología, que evoluciona a cada minuto, debe de verse como un maestro más que como una distracción.
Después de todo, basta con ver como los medios de comunicación han emigrado, como han surgido nuevas profesiones como Community Manager, CEO o especialistas digitales y esto es solo el principio del cambio que está afrontando el mundo. Es por ello que debemos pensar que, en un futuro no muy lejano, debemos prepararnos para conocer y convivir con profesiones nuevas y que aún no se han creado pero que serán vitales para el día a día.
Por tal motivo, un videojuego donde los niños aprenden habilidades tan complejas como la administración, el liderazgo o el trabajo en equipo de una forma tan fácil y amena. Es un gran aliado para formar a un profesional que en los próximos años será fundamental para una sociedad. Entonces, es momento de cambiar la concepción sobre los videojuegos puesto que la comunidad gamer no juega solamente, diseña y construye un futuro donde llegará el momento de que todos seremos gamers.
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