El conocimiento es un concepto tan complicado de sintetizar pero al mismo tiempo tan fácil de asimilar. Puesto que él es, en pocas palabras, toda la información que se pueda obtener sobre un objeto, tema o fenómeno. Entonces, en la interacción diaria con diversos objetos o situaciones, estamos inmersos en un continuo flujo de conocimiento.
Por lo tanto, dependerá de nuestra intensión, capacidad o atención el poder adquirirlos. Pero la interrogante más práctica en este momento es ¿Cómo aprender algo nuevo? Es aquí donde la respuesta está, por así decirlo, a simple vista.
En este punto, denotaré dos patrones que, al finalizar con esta primera entrega, deberíamos de considerarlos ya arcaicos. El primero de ellos es que la inteligencia radica en la cantidad de conocimiento que posea una persona. Seguidamente, el otro patrón con el que trabajaremos a lo largo de este contenido es aquel que indica que los videojuegos son solo una simple plataforma de ocio y entretenimiento.
Primera misión: Ver más allá de lo obvio
Antes de comenzar, es importante mencionar la velocidad con la que se mueve hoy en día la información gracias a la tecnología. A partir de aquí, debemos entender que existe una relación entre el conocimiento, la inteligencia y la tecnología. Entonces, al considerar que la inteligencia, en primera instancia, necesita del conocimiento para existir. Además, la información fluye gracias a la tecnología, podemos tener una idea básica de la relación comentada previamente.
En este orden de ideas, tenemos que entender a los videojuegos como una manifestación de la tecnología. Por ende, compartirá todas sus características; incluyendo aquella donde funciona como una plataforma para la transmisión de conocimiento. En consecuencia, un juego tiene la capacidad de enseñar puesto que, sin importar el título o género, busca explotar dos de los instintos más básicos de todo ser humano.
Los videojuegos tienen, como primer objetivo, despertar la curiosidad de los usuarios a conocerlo y jugarlo. Posteriormente, al momento de jugar un videojuego, él le facilitará todas las herramientas intelectuales necesarias para superar cada uno de los desafíos de los cuales se compone. Dicho de otras palabras, los videojuegos están diseñados de tal forma que aporten la información necesaria, en el momento indicado, para alcanzar un objetivo en particular. ¿No les suena familiar esta idea?
Segunda Misión: La psicología de los videojuegos
Para poder comprender la postura anterior, basta con realizar un pequeño ejercicio a continuación. Tomando como ejemplo Fortnite, la esencia de este juego radica en ser el último jugador en pie de una partida todos contra todos. A simple vista se puede decir que es un juego donde lo más importante, es saber cómo eliminar a tus contrincantes.
Para empezar, tenemos que destacar que, pese a que tenga algunos retractores, Fortnite es un título que nos llena de horas de adrenalina en una continua batalla por nuestra propia supervivencia. Pero, no nos detendremos en lo más evidente de este popular juego. Sin importar si vamos solos o en grupo, uno de los aspectos más cruciales del juego, es el farmeo o la recolección de materiales para la construcción de estructuras así como de equipo, entiéndase armas, medicinas y escudos, para nuestra defensa.
En primer lugar, hablaremos de la recolección. En esta acción en particular, los jugadores podrán recolectar materiales como madera, roca y metal. Cada uno de ellos le dará un atributo de tiempo y resistencia a la hora de construir diversas barreras, puentes o plataformas que nos ayudarán a evolucionar durante la partida.
Por otra parte, es importante mencionar que el equipo de supervivencia como lo son las armas, la medicina y los escudos; vienen denotados con un código de colores el cual ofrece a sus usuarios una interface sencilla. La cual determinará el valor o los atributos que posea dicho equipo. En otras palabras, según el color del componente, tendrá más o menos valores estadísticos.
Tercera Misión: Comprender y aplicar
Por lo tanto, cuando hablamos de un videojuego, más allá del caso práctico expuesto aquí. Estamos haciendo mención a una herramienta que, inconscientemente, nos orienta en conceptos tan complejos como la administración de recursos y la optimización de los equipos, así como la agilidad mental para idear y planificar en situaciones apremiantes.
Además, es oportuno mencionar que todos los videojuegos online están diseñados de tal manera, que obliga a sus usuarios a trabajar en equipo para lograr la mayoría de los objetivos. Es decir, tienen como intensión el fomentar el trabajo colectivo y las relaciones sociales para alcanzar las metas, donde cada uno de los jugadores juega un rol fundamental en la consecución de una misión o una partida. Similar a la idea de cómo debería funcionar una organización ¿no?.
En consecuencia, los videojuegos ya son una herramienta que, de una forma fácil, entretenida y práctica, nos pueden enseñar conceptos tan complejos como los mencionados anteriormente. Además de afianzarlos mediante la práctica continua en ambientes que los demandarán a cada instante.
Por lo tanto, los videojuegos son una plataforma con un valor incalculable para la formación, desde temprana edad, de los profesionales del mañana. Ya que, recordando las palabras del investigador y técnico en videojuegos Gonzalo Frasca, “Los humanos aprendemos las cosas más difíciles jugando”. Así que la invitación es a imaginar y crear juegos que nos faciliten moldear un mejor futuro donde jugar y aprender vayan juntos en el camino del crecer y progresar a un horizonte cuyo único límite, es nuestra propia imaginación.
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