Los videojuegos cambian dependiendo su país de desarrollo en los cuales influye la cultura local, aunque en todas las regiones encontramos joyas atemporales. El género de rol varia drásticamente, tanto en sus mecánicas, gráficos e incluso el estilo artístico si procede de América, Europa o Japón, los principales mercados. Es por ello, que vamos a hacer un repaso de las características que presentan los juegos de rol dependiendo de su procedencia.
¿Qué son los juegos de rol?
Los juegos de rol o RPG son títulos donde el jugador tiene que tomar el papel de un personaje ficticio en un mundo basado en la realidad o no. A veces podremos crear el protagonista desde cero y otras vendrá predefinido.
Se trata de un género con bastante profundidad y estadísticas que definen a los personajes. Hay habilidades que cambian según las clases, sistema de combates por turnos o acción real, numerosas misiones, diferentes personajes secundarios para interactuar, historia medianamente compleja, objetos y equipo variado y mucho más.
Hay representantes de los RPG en todo el mundo. The Witcher 3 desarrollado por los europeos CD Projekt, las sagas Dragon Age o Mass Effect de los canadienses Bioware o Final Fantasy de los japoneses Square Enix.
Cada región orienta el género a su estilo, con diferencias notables. En este sentido los videojuegos recuerdan al cine: según el país de origen de las películas, así varían los diálogos, la fotografía de las escenas, los temas que tratan o cómo conducen la trama.
Incluso tenemos casos de exitosas películas extranjeras cuyas versiones de Hollywood fueron un fracaso debido a que no supieron plasmar la esencia de las originales.
Del mismo modo, juegos de azar tan simples como la ruleta, que consiste en predecir el número en el que caerá la bola para ganar premio, tiene diferentes reglas dependiendo el continente. Por ejemplo, en la ruleta online de Betway Casino se incluyen diferentes modalidades de juego y hay diferencias entre las reglas europeas y americanas, donde los números de la rueda cambian de posición; incluso la versión americana añade un doble 0.
Occidente se inspira en la época medieval
En general los títulos occidentales de rol suelen ser parecidos aunque con diferentes matices; en los estudios americanos prima la espectacularidad mientras que los europeos tratan de imitar con detalles los sistemas del rol de mesa.
Si comparamos Dragon Age, estadounidense, con The Witcher 3, europeo, vemos como los dos nos sitúan en un mundo de fantasía inspirados en la época medieval, incluso con diferentes razas como elfos y enanos, herencia de Tolkien y El señor de los anillos.
Los dos cuentan una historia en la que el jugador toma decisiones, pero Dragon Age tiene una estructura narrativa algo rígida que acaba en un enfrentamiento épico mientras que The Witcher 3 permite perderse en su colosal mapa de mundo abierto, encontrando una ingente cantidad de misiones secundarias de calidad.
Hay otros ejemplos de juegos de rol europeos centrados en emular con mayor detalle el rol de mesa, como la saga Divinity Original Sin de Larian Studios, lleno de detalles y un sistema de combate basado en tiradas de dados, solo apto para amantes del género. También hay títulos como Mass Effect (basado en el espacio y la ciencia ficción) o Vampiro: la mascarada, ambientado en la sociedad actual donde se esconden los vampiros.
El rol de Japón
Japón juega en otra liga distinta. Sus juegos de rol están orientados a una narrativa excesivamente lineal, aunque a veces tienen pequeñas ramificaciones o finales diferentes, y presentan una estética basada en los animes, con protagonistas de ojos grandes, pelos extravagantes y paletas muy coloridas para ropas y entornos.
La saga nipona más conocida es Final Fantasy, la cual cuenta con quince entregas además de otros tantos spinoffs. Normalmente los protagonistas tienen que salvar al planeta de la catástrofe con una historia lineal y combates por turnos que han cambiado por tiempo real en las últimas entregas.
Otro ejemplo, Persona 5 Royal ha conquistado al público de occidente a pesar de sus arraigadas características japonesas. Nos introduce a un Tokio ficticio en el que existen mundos paralelos donde los protagonistas tendrán que adentrarse para resolver una serie de conspiraciones, con densas escenas de diálogos y cientos de horas de juegos.
Sin duda, las diferentes regiones provocan que haya diferentes enfoques dentro del género de rol. Da igual que vengan de América, Europa o Japón, al final son los jugadores los que ganan al contar con más opciones para disfrutar de su hobby.