La confianza en las fuerzas de seguridad puede estar siendo mermada al conocer el caso de los policías despedidos por jugar Pokémon Go.
Puede que no sea nada grave leerlo así, pero si consideramos el hecho de que lo hicieron mientras tenían que trabajar, es otra cosa completamente diferente.
Caso de los policías despedidos por jugar Pokémon Go
Para nadie es un secreto el enorme éxito que tiene Pokémon Go a nivel mundial. Uno tan grande que le permitió a un pequeño grupo de maleantes acometer un robo en la ciudad de Los Ángeles. Esto gracias a que dos oficiales del departamento de policía se distrajeron jugando el fantástico título de realidad aumentada de Niantic.
Si bien los oficiales alegaron que discutían temas relacionados con sus labores, la cámara de seguridad del vehículo reflejó otra cosa. La verdad es que cuando llegaron a la tienda que estaba siendo robada se encontraron con Snorlax y decidieron atrapar al simpático Pokémon en lugar de los ladrones.
Todos amamos a Snorlax y disfrutamos mucho de sus habilidades tanto en Pokémon Go como en Unite. Pero el jefe del departamento no lo vio con buenos ojos por lo que se decidió despedir a estos elementos.
Actos ilegales en Pokémon Go
Cabe destacar que no es la primera vez que escuchamos de actos inusuales debido a Pokémon Go. Hace un par de años conocimos el caso de un niño que perdió la vida al caer en un río por intentar atrapar a un personaje.
Por otro lado, las multas por saltarse la cuarentena del Covid 19 durante el 2020 fue un tema recurrente. La enorme mayoría fue para individuos que intentaron atrapar nuevos Pokémon.
En consecuencia, conocer el caso de los policías despedidos por jugar Pokémon Go es una situación que nos llama a reflexionar en cómo aprovechar el poder de los videojuegos para el bien. Además de tratar de instruir a las personas a ignorar el juego cuando ocurre algo tan importante como el robo a una tienda y eres un oficial de la ley. Si, desafortunadamente, los videojuegos vuelven a demostrar qué tan mala influencia pueden ejercer sobre la sociedad.