Entre las diferentes tareas y hábitos de mantenimiento necesarios para prolongar el buen estado de los ordenadores portátiles, una de las cuestiones ignoradas con más frecuencia es la de la temperatura.
Si utilizas tu ordenador portátil para algo más que jugar al Solitario y al FreeCell o, lo que es más, si lo utilizas para trabajar, o para editar imágenes o videos, o para jugar videojuegos, es probable que en algún momento tu ordenador se sobrecaliente, si es que no tomas las medidas adecuadas.
Todos los ordenadores portátiles traen sistemas de ventilación mucho menos eficientes que los presentes en ordenadores de escritorio, debido, sobre todo, a las limitaciones de peso y de espacio. Pero asegurarse de que el ordenador portátil opere alrededor de los 50 grados, sin que supere los 80, es fundamental para evitar un desgaste acelerado en todo el equipo o, en el peor de los casos, que el calor termine por arruinar las soldaduras de algunas piezas del hardware.
Afortunadamente, mantener la temperatura estable es bastante fácil, si sigues estos 7 consejos para enfriar tu ordenador portátil, especialmente durante el uso intensivo:
- Desbloquear las salidas de aire:
El primer aspecto a tener en cuenta es el posicionamiento físico del ordenador portátil. Puede parecer obvio, pero es muy común olvidar que el ordenador necesita “respirar” y que debemos colocarlo de manera que nada obstruya la salida de aire del sistema de refrigeración.
Idealmente, el ordenador debe colocarse sobre una superficie plana y limpia o, mejor aún, sobre un soporte.
- Limpiar el polvo de las salidas de aire:
Las salidas de aire de los sistemas de refrigeración de los ordenadores (portátiles o no) suelen taparse, con el tiempo, de polvo. Al igual que en la cuestión del posicionamiento del ordenador, si dejamos que las salidas de aire se tapen de polvo, la refrigeración no podrá funcionar a toda su capacidad y el equipo se empezará a sobrecalentar.
- Utilizar una base refrigeradora:
En caso de que, aun colocando apropiadamente el ordenador y manteniendo limpia la salida de aire del sistema de refrigeración, notes que el ordenador levanta demasiada temperatura, entonces una buena idea es invertir en un soporte o base refrigeradora, que funciona como un segundo sistema de enfriamiento para el ordenador, a la vez que soluciona también la cuestión del posicionamiento del equipo.
- Cambiar la pasta térmica:
Además del sistema de refrigeración, otro elemento importante a tener en cuenta es la pasta térmica, una sustancia espesa que se utiliza en los ordenadores para conducir el calor, y para ayudar a disiparlo, y que se debería cambiar al menos una vez al año o cada 6 meses, ya que se suele desgastar bastante rápido.
- Intercalar con tiempos de descanso:
Otra solución es, claro, darle un respiro al ordenador. Sobre todo, cuando se trata de procesos rutinarios (por ejemplo, laborales) que ponen al límite al ordenador. En estos casos, un buen hábito es, simplemente, organizarse de manera que se intercalen periodos de descanso con los de uso intensivo, para darle la oportunidad al ordenador de enfriarse.
- Enfriar el ambiente:
Un último recurso es un método arcaico, pero efectivo: enfriar el ambiente. Ya sea ventilando la habitación abriendo las ventanas, o apuntando un ventilador al ordenador o, directamente, encendiendo el aire acondicionado, la temperatura del ordenador está influenciada por su entorno, por lo que, al enfriar su entorno, también ayudamos a mantener una temperatura estable de funcionamiento.
- Medir la temperatura del ordenador portátil:
Un último hábito recomendable es medir la temperatura del ordenador, sobre todo durante periodos de uso intensivo, para poder controlar el desempeño del sistema de refrigeración, y para saber a ciencia cierta si hace falta tomar medidas o acciones para enfriar el ordenador, ya que muchas veces guiarse por el tacto o por el oído puede ser un error. Para medir la temperatura del ordenador existen un sinfín de aplicaciones web y programas gratuitos, como el de AVG o el de CoreTemp.
A la larga, tomar estas medidas y hábitos para asegurarse de que la temperatura del ordenador no se exceda de lo normal ayudará a alargar, por mucho, su vida útil.