Existe una conexión evidente y de larga trayectoria entre los videojuegos y los casinos. A ambos les es común un espíritu lúdico que contagia emociones, al tiempo que permite recrear la imaginación. Además, en ambos casos entran en contacto tanto la capacidad de los jugadores como las contingencias del azar.
Así pues, no es extraño que en muchos casos los videojuegos se parezcan a los juegos de azar, y viceversa. De hecho, hoy en día la diferencia entre unos y otros puede no estar del todo clara. A continuación te contamos por qué.
Casinos online: juegos de azar virtuales
La realidad y la ficción se mezclan cuando los casinos pasan al plano virtual. Los casinos online ofrecen una gran variedad de juegos con amplio rango de límites y están disponibles las 24 horas. Algunos incluso ofrecen juegos en vivo, donde los jugadores tienen la posibilidad de interactuar con crupieres reales y apostar contra sus pares.
Esto se parece bastante a los videojuegos. De hecho, la única diferencia significativa es que en los casinos en línea se juega por dinero real. Esto hace que pertenezcan a una industria por completo diferente a los videojuegos.
Además, esta característica hace que los juegos de apuestas por Internet estén sujetos a una regulación de lo más estricta. De esta manera, se puede tener confianza en que los operadores no están diseñados para quedarse con el dinero de los usuarios ni para encadenarlos mediante el juego compulsivo.
Un entretenimiento seguro
Los casinos online deben tener la habilitación de una entidad oficial para ofrecer sus servicios en el país. Se trata de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que funciona como parte del Ministerio de Consumo. Esta institución se dedica a asegurar que los operadores de juego sigan los protocolos de seguridad, que incluyen la protección de los datos de los jugadores y las garantías de arbitrariedad de los juegos.
Además, para no dejar lugar a dudas, los principales casinos de la web están certificados por empresas auditoras. Éstas son agencias que realizan estudios para comprobar que los generadores de números aleatorios de los casinos no están manipulados. Así se puede apostar online sin riesgo a estafas ni fraudes.
Juegos de azar en videojuegos: casi como en el casino
La relación entre videojuegos y casinos también funciona en el sentido inverso; es decir, muchas veces los primeros se parecen a los segundos. Es que abundan los ejemplos de videojuegos en los que se puede jugar cartas, o apostar simbólicamente tragamonedas de casinos, y hasta participar de las apuestas en torno a una ruleta. A continuación repasamos algunos títulos representativos.
Grand Theft Auto: San Adreas
Este fue el primer videojuego de la serie de GTA en el que se podía apostar como parte de la trama principal. Luego esta característica se convertiría en una regularidad del título.
En este juego se debe mejorar la capacidad del personaje Carl Johnson para realizar apuestas. Cada vez que se gasta $100 en un casino, su nivel aumenta. El GTA San Andreas fue un pionero en las aventuras urbanas y en los desafíos a lo políticamente correcto.
Super Mario 64
Este es un juego clásico de Nintendo, en el que a nadie le ha pasado inadvertido el Casino de Luigi. Este espacio del Super Mario representa un descanso de la adrenalina de las carreras de autos: luego de tanta velocidad y tensión, a ningún jugador le viene mal un breve cambio de escenario para despejarse.
En el Casino de Luigi se puede apostar en juegos de mesa más conocidos, como la ruleta o el blackjack. También hay slots que están diseñadas con la estética del videojuego. Desde luego, todos estos juegos son simbólicos, puesto que no se apuesta por dinero real en absoluto.
Red Dead Redemption
Este videojuego fue un éxito enorme, pues contaba con el prestigio de haber sido creados por los desarrolladores del GTA. Al igual que ese título, Red Dead Redemption es una aventura constante, llena de desafíos y caminos paralelos.
En uno de los escenarios posibles, el personaje se sienta en una mesa de póker, del estilo Texas Hold’Em. Esta es una de las variantes más conocidas de este juego, que puede tener un límite de apuestas o no. Claro que en Red Dead Redemption no se utiliza dinero real.
En el videojuego existe la posibilidad de hacer trampa y mentirle al rival. Si este se da cuenta, el personaje tendrán pelear a muerte; pero si tiene éxito en su estafa, se retira con mucho más dinero.